viernes, 29 de junio de 2012

DON QUIJOTE DE LA MANCHA DE MIGUEL DE CERVANTES

MIGUEL DE CERVANTES
En 1605 se publicó la primera edición de “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha” la obra más universal de la literatura española.  
Después de la Biblia, es el libro más editado y difundido en el mundo. 
El Quijote es la obra maestra de Cervantes y una de las más admirables creaciones del espíritu humano. Es una caricatura perfecta de la literatura caballeresca, y sus dos personajes principales, Don Quijote y Sancho Panza, encarnan los dos tipos del alma española, el idealista y soñador, que olvida las necesidades de la vida material para correr en pos de inaccesibles quimeras, y, el positivista y práctico, aunque bastante fatalista. 
La obra, ofrece una anécdota bastante sencilla, unitaria y bien trabajada: un hidalgo manchego, enloquecido por las lecturas caballerescas, da en creerse caballero andante y sale tres veces de su aldea en búsqueda de aventuras, siempre auténticos disparates, hasta que regresa a su casa, enferma y recobra el juicio. 
La trama no está diseñaba de un tirón, sino que responde a un largo proceso creativo, de unos veinte años, un tanto sinuoso y accidentado: cabe la posibilidad de que Cervantes ni siquiera imaginara en los inicios cual sería el resultado final; incluso bien pudiera ser que pensase primero en escribir una novela corta, al modo de las “ejemplares”, la cual iría creciendo al compás de su elaboración literaria. 
En la novela larga de 1605, luego continuada en la segunda parte de 1615, pueden distinguirse tres momentos creativos claramente delimitables. Novela ejemplar. El Ingenioso Hidalgo y Segunda Parte del Ingenioso Caballero Don Quijote. 
Don Quijote confunde la realidad a veces, pero otras se le da falseada o, siendo verídica, parece irreal; la confrontación cambia muchísimo en sus términos: por la fuerza mental. 
Cervantes se ha cuidado mucho, ilustrándose en los trabajos médicos de la época, de matizar perfectamente la locura de Don Quijote, a fin de utilizarla como le interesa: como un recurso novelesco crucial de todo libro (la novela empieza cuando Alonso Quijano enloquece y acaba cuando Alonso Quijano recobra el juicio). El pobre hidalgo Colérico donde los haya, tiene su imaginativa trastornada por la lectura de los libros de caballería y comete dos errores garrafales: cree en la verdad de cuantos disparates caballerescos ha leído y piensa que en su época puede resucitarse la caballería andante. 
Otras obras de Miguel de Cervantes son: La Galatea, Novelas Ejemplares, Los trabajos de Persiles y Segismunda, Piezas Sueltas de Teatro, Ocho comedias y ocho entremeses nuevos, Poesías Sueltas y Viaje del Parnaso. 
Poeta, novelista y dramaturgo español, considerado como el más grande escritor español de todos los tiempos, y uno de los mejores escritores universales. Su obra más conocida, la historia de El Quijote de la Mancha, ha trascendido todas las fronteras y todas las culturas.
Cervantes, Miguel de: Don Quijote de la Mancha. Grijalbo, 2007.

EL ETERNO FEMENINO DE ROSARIO CASTELLANOS

ROSARIO CASTELLANOS
Rosario Castellanos es una de las más conocidas poetas mexicanas. Publicó varios libros de poesía, aunque alcanzó el éxito con su primera novela, Balún Canan, en la que representa la evolución del indigenismo mexicano y expresa poéticamente el pensamiento indígena inmerso en un mundo de injusticia e incomprensión.
Nació en la Ciudad de México el 25 de Mayo de 1925. El 7 de agosto de 1974, falleció en Tel Aviv, donde fungía como embajadora de México en Israel, víctima de una descarga eléctrica de una lámpara doméstica.
Recién nacida fue llevada a Comitán, Chiapas, la tierra de sus mayores. Ahí hizo sus estudios primarios y dos de secundaria. Regresó a la capital a los dieciséis años. Se graduó de maestra en filosofía en la Universidad de Madrid. Ejerció con gran éxito el magisterio en México y en el Extranjero.
Hace más o menos como 20 años que leí su obra de teatro El Eterno Femenino. La obra me impactó tanto, por su indigenismo y el tratamiento del tema femenino, que mi primera exposición individual de pintura que presenté en San Luis Río Colorado se llamó justamente El Eterno Femenino, y se realizó en el Centro de Seguridad Social, del Seguro Social, en 1982.
En El Eterno Femenino de Rosario Castellanos, todas las mujeres tienen un común de calidad. Son artífices de la historia, seres de su época que entendieron su momento histórico y lo supieron interpretar. Todas son inteligentes, astutas, dinámicas, decididas, activas y al mismo tiempo siguen conservando su feminidad y su belleza, pues no han renunciado a nada.
En El Eterno Femenino la exposición, que inauguró mi vida artística, las mujeres cuyas imágenes son frecuentes en la obra, se fusionan con el paisaje del desierto. No son necesariamente personajes, pero sí símbolos de una presencia que distinguirá mi obra pictórica aún hasta en estos nuevos tiempos.
Sor Juana, la del convento; Carlota, la de Maximiliano; La Malinche, la de Cortés; Eva la de Adán, toman vida, y en la obra y aparecen no opuestas a sus complementos masculinos, porque Rosario Castellanos entendía muy bien que la lucha feminista de su época, como la de hoy, es contra la sociedad en general que las margina, no contra sus pares.
Según una reseña que leí ayer, José Saramago bautizó AaRosario Castellanos como la “Emabajadora de Chiapas, aquella que supo contar las vicisitudes de los indios y las tropelías de los blancos”.
Si nos atenemos a esa declaración del Escritor portugués, tendríamos que recordar que hasta no hace mucho tiempo, Chiapas era el estado símbolo del atraso mexicano. Ello motivó el levantamiento armado de los indios del sur, con su tan intelectual y desenfadado líder enmascarado.
Por todo lo anterior los quiero invitar a releer y conocer la obra de Rosario Castellanos, sus libros: Trayectoria del Polvo, en 1948; Apuntes para una declaración de fé, en 1948; De la vigilia estéril, en 1950; Dos poemas, en 1950; El rescate del mundo, 1952; Presentación en el templo, en 1952, entre muchos otros libros de poesía, dramaturgia y ensayo principalmente.
Y por supuesto, al invitación para que lean “El eterno femenino”.
*Castellanos, Rosario. El Eterno Femenino. FCE, 1975

PRETZELS DE MARIO BOJORQUEZ

Cada que me llega un libro nuevo, me emociono.
MARIO BOJORQUEZ
Esta semana, alguien me mandó el libro más reciente del poeta sinaloense, Mario Bojórquez, quien no hace mucho, residía en Mexicali, luego en Tijuana, más tarde en Los Mochis y creo que ahora intenta sobrevivir en tierras chilangas.
No supe quien me mandó el libro. Me imagino que el mismo, a través de un propio. El caso es que lo entregaron en la Casa de la Cultura y de allí llegó, después de algunos días, a mis manos.
He leído algunos de los libros de Mario y todos me han gustado.
Este en particular, tiene lo propio. Las postales que llegan de cualquier parte del mundo son pretexto para escribir. Las postales pueden tener las imágenes más sorprendentes, así es como Mario Bojórquez nos sorprende con su poesía.
Mario Bojórquez (México, 1968). Es poeta, editor y traductor. Ha recibido las becas para jóvenes creadores del INBA (1992), del FONCA (1994-1995 y 1999-2000) y de creador con trayectoria de DIFOCUR (1993-1994) del FECA Baja California (1998-1999) y del FECA Sinaloa (2002-2003).
Su obra poética ha obtenido el Premio Estatal de Literatura de Baja California, 1990; el Premio Abigael Bohórquez, 1995; el Premio Nacional Enriqueta Ochoa, 1996 y el Premio Nacional Clemencia Isaura, 1996.
Sus libros de poesía son Pájaros Sueltos, 1990; Contradanza de pie y de barro, 1996 y Diván de Mouraria, 1999. Poemas suyos han sido incluidos en diversas antologías, entre ellas: Poetas de Tierra Adentro II, Un Camino de Hallazgos, Baja California: Piedra de Serpiente, Poesía Sinaloense Contemporánea, Antología de letras y dramaturgia del FONCA (1994-1995 y 1999-2000), Árbol de variada luz (2003), Across the Line (2002), Encontros da Escrita (1999), Eco de voces (2004). Su obra ha sido traducida al portugués y al inglés y publicada en Portugal y Estados Unidos. Ha publicado una antología de poesía amorosa de Jaime Sabines y otra de Eduardo Lizalde.
Mario Bojórquez nació en Los Mochis, Sinaloa, en 1968. Ha publicado poemas y ensayos en diversas revistas y periódicos locales y de circulación nacional. Ha sido becario del INBA, de DIFOCUR y actualmente del Fonca. Ha recibido el Premio Estatal de Literatura de Baja California y los de poesía Clemencia Isaura y Enriqueta Ochoa. Está incluido en las antologías Baja California, piedra de serpientes, Un camino de hallazgos: Antología de la poesía sinaloense contemporánea y Poetas de Tierra Adentro II. Ha publicado el libro Pájaros sueltos, y las plaquettes Penélope revisitada, Los domésticos y Bitácora de viaje de Fortúm Ximénez.
Dionisio Morales ha dicho de la obra de Mario Bojórques: “Joven y madura sugerencia poética razonada en la tradicional y deslumbrante forma del alejandrino, libre de ataduras, aunque suene paradójico. Más que forma, encantamiento. Raíces musicales disgregadas en el severo espacio de la celebración que viaja de hito en hito a la canicular vendimia de la danza. Barro sabio y generoso moldeado en la precoz sabiduría del instinto al que Mario Bojórquez, con templanza, ciñe, aparca, en un desbordamiento sigiloso de palabras silencios, de palabras música. Por el oído se llega a la sagrada elocuencia del movimiento interno del pie, aquí la otra forma émula de vida”.
“Este poemario, sumado a los demás títulos de su obra, sitúa a Mario Bojórquez como una de las voces más interesantes del paisaje poético de México. Por el momento, bástenos afirmar que Pretzels es un libro dignísimo que reivindica la pasión frente al mero artificio, yerto y estéril, un libro que debe ser leído porque en sus versos deambula y fluye libre y ágilmente la poesía” ha dicho Alí Calderón de la revista Espiral.
*Bojórquez, Mario. Pretzels, México, Col. Gláphiras, 2005

jueves, 21 de junio de 2012

EL ARBOL DE LA MANZANA DE ORO

Alicia en el país de las maravillas, La isla del tesoro, El libro de la selva, Las aventuras de Tom Sauyer, La bella y la bestia, Mary Poppins, Viaje al centro de la tierra, Pinocho, y muchos otros títulos más se me vinieron a la memoria cuando pensé en los libros de literatura infantil que había leído y que dejaron alguna huella en mi conciencia.
Como olvidar los cuentos de hadas que encandilaban de fantasía la memoria de cuando chiquillos. Difícil no pensar en las fabulas, las de Esopo o las de Monterroso, en las que los animales asumen vida humana y agregan movimiento a sus vidas. Que divierten y que entretienen, dejando además una enseñanza verdadera.
Todavía lo recuerdo, como si lo estuviera viendo, las leyendas por ejemplo de La Llorona, La viejita del Cinco o la del espíritu justiciero de Joaquín Murrieta que ronda muy cerca de nosotros con sed de venganza.
No puedo, aunque quiera olvidarme, de la rica tradición oral indígena, esa que habla de la creación del mundo a través de mitos que cuentan las historias más misteriosas. Para los Cucapa o Cocopah, por ejemplo, el mundo fue creado por unas hormiguitas que escarbaron y escarbaron hasta llenar de tierra el mundo que estaba formado por agua.
Pensar el mundo actual sin Julio Verne y su vuelta al mundo en un instante seria como quererse olvidar del pasado de un clic.
La maestra María Manuela Rodríguez, nos vino a refrescar la memoria con sus recuerdos y sus cuentos y se lo agradezco profundamente.
Además de poeta y cuentista, la maestra es cronista en su estado natal, función que le permite estar en contacto con el recuerdo y con miles de historias. De allí vienen seguramente sus historias, porque la maestra posee una gran capacidad de retener no solo recuerdos de hace mucho tiempo, sino que, según por lo que me pude dar cuenta el día de ayer mientras presentaba su libro “El Árbol de la Manzana de Oro” en el Centro de Seguridad Social del IMSS en San Luis Rio Colorado, la maestra tiene también el poder de retener ambientes y conversaciones de su infancia. Ese poder solo se puede tener quien tuvo la dicha de desenvolverse en pueblos o comunidades pequeñas, alejadas de las ciudades, donde la luz eléctrica y el progreso en lugar de ayudar a conservar la memoria, contribuye a borrarla y por ello es que ahora tenemos una vida donde se vive la inmediatez.
Que tan importante es la literatura en la formación del niño. Me puso la maestra a pensar. A tratar de recuperar esos pasajes de la infancia en los que el maestro de primaria nos narraba con emoción, por ejemplo aquel poema que iniciaba el libro de primer año y que decía más o menos así
“Que miras por la ventana/Miro el sol que ya se va/Y me dice hasta mañana/Di madre si volverá….”
Y descubro que por lo menos algunos de sus versos aun quedan por allí anidados en el subconsciente. Igual sucede con aquel poema de José Martí que se me sigue quedando en la punta de la lengua:
“Cultivo una rosa blanca/En junio como en enero/Para el amigo sincero que me da su mano franca/Y para el cruel que me arranca el corazón con que vivo…”
Y que tan importante fue, en mi caso, el haberme encontrado esas lecturas en mi infancia. Y que importante resulta ahora que no falten en dieta diaria de mis hijos y de los hijos de mis amigos y de los demás.
Por todo eso, que malo, malísimo que haya tenido que cerrar sus puertas la única librería que sobrevivía en San Luis. Es triste, tristísimo que n  contemos con una sola biblioteca en la ciudad. Salas de lectura hay y varias, pero lo que se llama biblioteca no conozco ninguna. Y eso también es de preocupar.

COMENTARIOS A LA LECTURA DEL ACTO V

ROMEO Y JULIETA
COMENTARIOS A LA LECTURA DEL ACTO V DE ROMEO Y JULIETA DE WILIAM SHAKESPEARE.
La parte más dramática de la obra de Wiliam Shakespeare, Romeo y Julieta se encuentra precisamente en el acto V. Romeo sueña que Julieta lo encuentra muerto y al besarlo le infunde vida. Como sabremos al final, Julieta ha tomado un brebaje para aparentar estar muerta y Romeo debe enterarse por una carta que nunca le llega. Romeo decide tomar un veneno y morir junto a su amada, quien al despertar y ver muerto a su amado, toma de este el puñal y se quita la vida. 
El argumento central de Romeo y Julieta es el gran amor, un amor con una gran fuerza atrevida, pura, libre, virginal, henchida de belleza y ardor. Pero tal vez, lo más importante de esta obra sea el tratamiento que el autor da a cada personaje, puesto que el tema es ya, un tema muy tratado con anterioridad. 
El tema de los amantes que mueren juntos aparece ya entre los griegos en las fábulas de Leandro y Hero, y Píramo y Tisbe citadas por Mercurio en la obra de Shakespeare. Los celtas en la Edad Media, desarrollaron la narración de Tristán e Iseo, que Shakespeare glosa humorísticamente en un paso de El Sueño de una noche de verano. Y bueno, ejemplos puede haber muchos, como sin lugar a dudas se dieron muchos más después del tratamiento que el autor inglés logra darle a sus personajes. 
Se puede asegurar que los vínculos de la pareja, en el caso de Romeo y Julieta, están llenos de impulso y de esperanza y se estrechan más en medio de las vicisitudes que los rodean. El amor y la muerte se unen para proclamar la maravilla de todo lo que existe. 
Ejemplo es la tercera escena: “París, joven apuesto que debía casarse con Julieta, va a visitarla a su tumba en el mausoleo de los capuleto. En eso llega Romeo, baja al lecho de muerte de Julieta para contemplar su rostro. Pero ante todo, para quitar de su mano un rico anillo. París lo descubre en plena tarea y lo enfrenta. Romeo le ruega que se vaya pues a morir vino. París no acepta y lo quiere aprender. Pelean. París muere y pide a Romeo que lo ponga en la tumba con Julieta.” 
Luego viene la tragedia: Romeo recuerda al boticario a quien describe pobre y triste. Le ofrece 40 ducados a cambio de un veneno. Es curioso como Romeo ve al Boticario tan necesitado y se niega a elaborar el veneno por temor al castigo de las leyes. Las leyes castigan el acto con la muerte. ¿Estando tan desnudo, tal lleno de miserias y pesares, aún temes a la muerte? Finalmente el boticario entrega el veneno a Romeo y al entregarle dinero le dice: “Toma oro, ten; peor veneno al alma y que origina en este mundo, mas muertes que los míseros brebajes...” 
Romeo toma el veneno y besa a Julieta.. .Se muere Romeo. 
Pero ya muertos ambos, cesa el efecto del brebaje de Julieta y despierta, justo cuando Baltasar avisa a Fray Lorenzo que Romeo tiene mas de media hora en el cementerio. Encuentran los cuerpos de Romeo y de París. Despierta Julieta. Pregunta por su esposo. Viene la ronda. Julieta descubre el frasco vacío y como no le dejó nada, besa los labios de Romeo. Al llegar el primer alguacil, Julieta toma un puñal y se lo entierra. Cae muerta sobre el cadáver de Romeo. 
Aprehenden a Baltasar y a Lorenzo por sospechosos. 
Lorenzo le dio un brebaje a Julieta para que pareciera que estaba muerta, pero que despertaría al tercer día, confiesa finalmente Fray Lorenzo. Esto, para que no la casaran con el conde París. 
Lorenzo le mando una carta a Romeo para explicarle, pero esta nunca llegó y él, sabiendo muerta a su amada, tomó el veneno y se murió. 
Los caracteres de este poema dramático son sencillos, sin complejidades, y el asunto de reduce al triunfo de una pasión surgida súbitamente en medio del odio y la hostilidad de las familias rivales a las cuales pertenecen los dos amantes. Desunidos, esos jóvenes quebrantan la armonía de la naturaleza; de ahí que su impetuoso y seguro cariño triunfe más allá de la muerte. 
Romeo y Julieta se sienten bienaventurados entre la furiosa enemistad que pretende arrastrarlos. El amor y la muerte se unen, como ya dijimos, para proclamar la maravilla de todo lo que existe, la perennidad del cariño fervoroso, el anhelo del ser. 
Julieta y su amado han bebido de la fuente de la vida: son un símbolo, la primera y la última pareja de enamorados. 
De los cuadros que más llaman la atención en Romeo y Julieta y en especial en el acto V, son, por ejemplo, al finalizar la escena primera, donde Romeo convence al boticario para que le venda el veneno. Sobre todo, de la apreciación que de la necesidad y de la miseria hace el enamorado. Y de cómo concibe finalmente el uso del elemento que define la riqueza: el oro. 
¿Estando tan desnudo, tan lleno de miserias y pesares, aún temes a  la muerte? Dice Romeo al Boticario y le ordena: Ninguna ley del mundo te enriquece Rómpela, pues, no seas pobre y toma. Finalmente recibe el veneno y a cambio entrega oro “peor veneno al alma y que origina en este mundo más muertes que los míseros brebajes cuya venta las leyes prohiben” 
La otra parte que llama la atención de la obra es donde Romeo y París pelean en la tumba de Julieta, donde después de matar a París, Romeo decide tomar del veneno y muere. Despierta luego Julieta y al ver aquel cuadro decide morir sobre el cuerpo y con el arma de su amado, por quien tomó el brebaje aparentando estar muerta para no casarse con quien le imponía como marido su familia. 
“¡Oh bien hallado acero! Esta es tu vaina.” Dice Julieta al momento de clavarse el puñal. En este cuadro, Shakespeare logra colocar al personaje de Julieta, casi con las características de un héroe. Situación que se repite en otras obras del autor, donde las mujeres tienen de alguna manera esa cualidad.
De la lectura del relato de Romeo y Julieta se puede concluir que el autor escribe con total naturalismo en el lenguaje. Hay una multitud imponente de personajes, pero conserva cada uno su rasgo, su perfil individual. Nada lo subordina en su espontaneidad borboteante. Y se quiere analizar el sitio que guardan los personajes secundarios. Se puede afirmar que estos personajes logran colocarse en los primeros sitios del relato. Por ejemplo, fundamental resulta el dialogo con el Boticario y Romeo. De París con su Paje. Del Príncipe con Lorenzo.
Otro punto importante de tomar en cuenta es que Julieta se constituye como el único personaje mujer, lo que permite elevar el nivel de su participación en la obra al imprimirle un mayor dramatismo. 
Romeo y Julieta se ubican en el estilo clásico de la literatura porque Shakespeare logra presentarnos escenarios y situaciones universales y en ellos se inscribe el clasicismo.


miércoles, 20 de junio de 2012

EL MURO DE LA VERGUENZA DE MIGUEL ESCOBAR

EL MURO DE LA VERGUENZA
El Muro de la Vergüenza; crónica de una tragedia en la frontera, es el título del libro publicados por Miguel Escobar Valdez. En él se retrata el drama que viven los indocumentados que cruzan la frontera de Estados Unidos en busca de una vida mejor, pero que se encuentran con el trato más deplorable y, cada vez con mayor frecuencia, la muerte.
Las historias de migrantes que aquí recoge Miguel, son un doloroso testimonio de estas víctimas de la pobreza, de la discriminación, la xenofobia, la intolerancia, la corrupción, el narcotráfico, todo lo cual ocurre ante el azoro y, por desgracia, la pasividad de la comunidad mundial y la ominosa indiferencia de los gobiernos.
José Ángel Pescador Osuna economista y educador, además de prologuista del libro establece que El Muro de la Vergüenza “es un libro ameno, interesante, bien escrito (…) de una lectura obligada para los estudiosos del tema migratorio, especialmente de los asuntos fronterizos y de la forma en que éstos han evolucionado en los últimos diez años”.
Escobar Valdez es originario de Guaymas, Sonora, autor de los libros Tiempo de Morir, Ristra de Palabras Nuevas y El Predestinado, entre otros.  Editó y dirigió el periódico matutino La Gaceta y la publicación semanal La Carta Escobar; profesor de bachillerato; coordinador de producción de algunas empresas cinematográficas.  Dirigió en Guaymas El Seminario de Cultura Mexicana.
Si la calidad de la ficción de Escobar quedó demostrada en El Predestinado y en Tiempo de Morir, en El Muro de la Vergüenza el autor nos presenta el angustiante drama de la migración mexicana hacia Estados Unidos, pero no en forma de ficción, si no de crónica que es un poco más cruda.
Cada día un mexicano fallece en el intento por cruzar hacia territorio norteamericano. Las muertes son de manera muy diversa. Nuestra gente se muere de sed en el desierto; abatidos por las balas de agentes de la Patrulla Fronteriza; ahogados en los canales; en los hospitales a donde son llevados después de que los vehículos en que viajaban volcaron estrepitosamente. Fulminados por un rayo, insolados, devorados por animales, de ahogamiento en cajas de tráileres o contenedores de ferrocarril.
Miguel Escobar nos narra muchas de estas maneras de cómo la tragedia viste a la familia mexicana.
Nos dice por ejemplo el caso de Leandro Bautista “…un cincuentón, oriundo de la Ciudad de México, antes de fallecer de sed en una calurosa noche de agosto de 2002 en el desierto sobre el que se asienta la nación indígena Tohono O’odham, cerca de Sells, Arizona, le dijo a su sobrino y acompañante Luis Fierro Sánchez, que no quería morir en esos páramos, que no quería morir de esa manera. Luis lo contemplaba aterrado a la luz de la luna y frenéticamente le golpeaba el pecho en un primitivo intento de resucitación cardiaca, rogándole a Dios que reviviera”.
Ahogados en el Canal Todo Americano en marzo del 2002. Tres guatemaltecos y un mexicano son fulminados por un rayo cuando se cubren sobre un árbol en julio de 2002. Un biólogo mexicano muerto de insolación en verano de 2004 y así hasta llegar al caso de Juan Cruz Torralba que en marzo de 2006 vio morir en sus brazos a su pequeña hija, luego de ser atropellada por un vehículo de la migra.
Como dice la segunda de forros, son historias tristemente verídicas, retratos de una problemática bilateral que tiene siempre “soluciones” unilaterales. 

domingo, 17 de junio de 2012

ETNIAS DE SONORA, DE TONATIUH CASTRO SILVA



ETNIAS DE SONORA
de Tonatiuh Castro Silva
El abismo sin fondo. El caos. Espacio abierto sumido en la oscuridad en donde andaban revueltos todos los elementos: el agua, la tierra, el fuego y el aire. Así fue el principio según los relatos mitológicos de la creación. Para nuestros pueblos nativos fueron el venado, el coyote, la churea la araña, quienes en formas y tiempos diferentes, crearon el mundo y lo crearon de acuerdo a sus necesidades.

Este imaginario de la cosmovisión de los pueblos originarios de sonora, además del sorprendente resultado de serias investigaciones de sesudos académicos coordinados por Tonatiuh Castro Silva, es el punto central del libro “Etnias de Sonora”

Tonatiuh Castro Silva es licenciado en sociología por la Universidad de Sonora y maestro en ciencias sociales por El Colegio de Sonora. Se ha dedicado a la investigación en El Colegio de Sonora, en el Instituto Nacional de Antropología e Historia y en la Dirección General de Culturas Populares del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Se ha desempeñado como docente en la Universidad de Sonora, Universidad del Noroeste y en el Centro de Estudios Superiores del Estado de Sonora.

Es autor de los libros Hermosillo. Boceto de su historia urbana (Ganfer/CONACULTA, 2003) y Cucapá. Esbozo de una cultura minoritaria en un espacio fronterizo (Pronatura/CONACULTA, 2000).

Etnias de Sonora es un libro indispensable para conocer desde la perspectiva humana, la historia de los pueblos y naciones originarios de Sonora. Las monografías preparadas por el equipo de investigadores nos permiten acercanos a los antecedentes, costumbres, tradiciones y principales problemas que enfrentan los Cucapá, los Tohono o’odhan, Seris, Kikapú, Pima, Guarijio, Yaqui y Mayo.

Así, el libro nos permite saber de su cosmovisión, antecedentes de su presencia en sus respectivas regiones, medio ambiente de sus pueblos, lengua y cultura ancestral, organización social y costumbres.

Personalmente he tenido oportunidad de asistir y participar en eventos interétnicos y de convivir con sus comunidades originarias y creo que las monografías reflejan en ese sentido una gran realidad de la historia y realidad de las comunidades étnicas del estado.

En la tradición Cucapa, el escarabajo es quién vigila la entrada al otro mundo. Únicamente las personas que han cumplido las reglas tradicionales pueden ir a ese lugar. En el principio todo es un caos, siempre es un caos y al final siempre hay alguien que vigila.

Que este libro nos permita conocer más sobre nuestras culturas originarias para que en un futuro, si se nos viene el caos, si no es que ya está el caos entre nosotros, este conocimiento nos sirva para ordenar nuestras vidas. Levantarnos, trabajar y dormir y completar muchos nuevos ciclos de vida por los siglos de los siglos.

sábado, 16 de junio de 2012

CHUKATA, DE ALICIA HINOJOSA

ALICIA HINOJOSA GARCIA
Escribir....[porque su voz no se escucha fácilmente, porque la persigue una horda anarquista de plumas y tinteros, porque las palabras se vuelven ríos de sueños desahogándose.] Escribir [porque un soplo de aire-le hinchó de fiesta el vestido]- escribir, porque no se puede negar [que del cielo-vienen el don y el anhelo...]
Son las poéticas palabras que como lluvia palindrómica surgen de la pluma de la escritora sonorense Alicia Hinojosa, convertida por la suerte de su poder de describir la naturaleza, en presidente de la Sociedad de Escritores de San Luis Río Colorado.
Y es que escribir, no es sólo la constitución de una subjetividad, sino también una manifestación del cuerpo, una operación eminentemente física, una forma de construcción del cuerpo. En el acto de escribir uno trata, de hacer deslizar la identidad (volverla fluida) y establecerla como homogénea de las formas más elementales, pero también menos contingentes de la existencia.
Lo he intentado-dice Alicia- porque es necesario para mí compartir no solo el espacio exterior en el que nos movemos, sino el espacio interno que está siendo llenado continuamente de vida.
Del desierto ha venido – montada en viento ligero- semilla liviana y sola.
Como Edmund Jabés, Alicia convierte el desierto en filosofía y expresión. El viento, transporta la palabra divina con la cual es escritor construye el templo de su discurso. En el desierto uno se trasporta, concentrado en el ruido del silencio, hacia el origen de uno mismo. En el silencio del diserto uno puede dibujar con palabras el ruido de las cosas...
“Dibujo con palabras/Paisajes de praderas/Con búfalos corriendo/Y estruendos en las patas/Sus carnes brincando/Entre la polvareda/Con sus grandes cornamentas/Cual sombrías astas/Hiriendo van al viento/Como a un bote de hojalata”.
El tiempo, trastocado por el viento, sacramentado por el desierto, transcurre en fracciones pequeñísimas, imperceptibles hacia la eternidad. La enormidad de objetos, sensaciones, acciones. Acciones que se pueden suceder en sus entrañas, escapan al agudo ojo escudriñador del poeta. El tiempo no pasa, no existe, hasta que uno se da cuenta por los pliegues que deja en el cuerpo.
Por eso Alicia se sorprende de que el tiempo haya pasado aunque sigue viviendo como al principio.
“Con mis cincuenta disfruto/lo que en mis pliegues guardé/vivo como de ochenta,/disfruto como de veinte/Aunque ya tengo...cincuenta!”
El amor, el Desierto, Dios, las plantas, el tiempo, la escritura son temas recurrentes en el poemario Chúkata. El desierto es su [casa, su cuna, su mesa] su mesa puesta que le muestra la locura de Dios de hacer brotar la hierba, de la corteza espinosa del saguaro.
Palabras desnudas, excesivas de transparencia y de levedad: son aquellas que vuelven habitable el desierto y borran las perentorias leyes de los hombres. Son palabras que desafían la sorda opacidad de las cosas y trazan un camino de luz por entre un mundo de sombras.

LOS ESPECTACULOS PROHIBIDOS, DE IMANOL CANEYADA

IMANOL CANEYADA
En el libro Los Espectáculos Prohibidos de Imanol Caneyada encontramos una poesía culta y reflexiva, que se inscribe no en  el mundo de la naturaleza, sino en el de la cultura, como en el caso de José Emilio Pacheco, de quien son las citas textuales que más nombra.
Cada poema es una oportunidad para evidenciar lo incierto del futuro y presentarnos la cara más oscura del presente.
El libro está  lleno de cadáveres, árboles secos, algas enfermas, frío, cosas no nombradas, podredumbre, miedo, heridas, suicidio, cuerpos dormidos, etc. Caneyada se coloca pues como el observador universal y convierte el horror en poesía.
Hay mucha rabia contenida que se descubre, por ejemplo en esta imagen: "Un niño ha roto su juguete, / tiene sangre entre los labios"
El primer capítulo, Geografía Incierta está compuesto por tres poemas, que son una especie de canto a tres lugares del mundo que comparten la casualidad de ser ínsulas: Cozumel (Lugar de serpientes), Montreal (Isla virgen) y San Sebastián (La perla del Cantábrico)
Se puede encontrar en los poemas una fuerte dosis de nostalgia. Reminiscencias de una "niñez inventada, espuria".
El mismo autor se pregunta al final del último de los poemas de esta serie ¿Qué busco alimentando este rencor de nostalgia? Se responde líneas adelante cuando acepta que "tengo mis raíces secas de imágenes", "tengo mis manos vacías de mundo"
En Lugar de Serpientes sorprende la imagen descriptiva del mar: "Usurera de aquello que guarda tu inmensa/ falda turquesa ribeteada de espuma"
Pero luego nos hace tomar conciencia sobre problemas como el de la contaminación cuando dice: "Respiré tu petróleo manso, / pastando/ entre las algas enfermas, negras de tanto llorarte”. Y casi al final del mismo poema, manifiesta su coraje por la pérdida de lo natural, cuando dice que: "Pero un día levantaste/ tu falda turquesa/ ribeteada de espuma/ y no les importó abrirte las piernas/ para violarte".
En Isla Virgen todo es frío. Y frío es también desolación. Fríos son los "paisajes en la nieve", "la arena de hielo" "la escarcha de las ventanas", "La muerte", "Los congeladores de la callada", "las plañideras nieves de las cimas", "el cuchillo helado de la memoria" y...”El amor que nunca está en casa".
Si Cozumel es playa inmensa, es "lecho mortuorio y puente entre los continentes", Montreal, por su parte, es la partida del último día, "palabras al deshielo".
En Isla Virgen la muerte ronda en cada verso, como una parte más del frío. La muerte está en una "figura sin nombre/ con la muerte en los huesos" y en el anuncio del final de los sueños          
La geografía de San Sebastián está descrita desde las primeras líneas del poema. "Un mordisco de anciano en la monolítica costa del norte".
El fatalismo y el desaliento que menciona el prologuista, están también presentes en este poema.
La Perla del Cantábrico le ofrece al autor la posibilidad de la autodefinición. Así el autor de estos tres poemas geográficos se pregunta: "Qué hago cerrando puertas/ de un palacio que desde el Atlántico/ pule superficies de plata/ en donde jamás encontraré mi rostro". Pero tampoco encontrará su nombre, porque sus raíces están secas de imágenes y sus manos vacías de mundo. Y es que cuando se ha recorrido el mundo, este se vuelve más pequeño y las imágenes, de tantas, se confunden unas con otras.
El segundo capítulo, La Célula Muerta se distingue y se hermana con el anterior. Se distingue, porque el autor ahora habla de olvidos, de lugares que se dejan, de fotografías que no dicen nada. Pero se hermana, porque temas como la muerte y la frialdad de la soledad y lo inhóspito, siguen habitando en el discurso.
El capitulo lleva un epígrafe de Pablo Neruda "Sucede que me canso de ser hombre" y tal parece que se refiere al hecho, de haber vivido la experiencia de la vida y reconocer una realidad no necesariamente muy grata, sino más bien oscura, dormida, en luto.
Quilla, es el título del primer poema. Se hace una advertencia de que la palabra, tomada del Quiché, significa luna y que según la tradición, huye de la luz y se refugia en la noche. La noche será entonces el escenario de lo que leeremos más adelante. El poema respira "arrinconado entre el polvo" que no es otra cosa que olvido. El olvido que se genera después de dejar un lugar o "algunos" lugares. Es el "terror de no saber ser" que se nos presenta como un dilema existencial.
La esperanza en el futuro está perdida, el presente solo huele a podredumbre. Olvido es, en otras palabras, no existir. Fotografías que no retratan nada, maletas desolladas vacías de presencia.
Dice el autor en el mismo poema: "Cuando se parte al mismo tiempo se llega/ Y por instantes se deja de ser". Entonces todo es recuerdo, reminiscencias.         La concepción del presente, la señala cuando dice: "Hablo de millones de muertos/ que viajan en automóvil". Todo está condenado al olvido: las fotografías si hablan, sólo dirán que las calles están sucias, "ingestas de mendigos y borrachos".
La luna se convierte entonces en el enlace entre pasado y presente. En el círculo que recorre todas las estaciones, los países, las acciones de los hombres, los sentimientos y...el olvido.
Nada más fácil, que olvidar la luna de hoy y reconocer una nueva al día siguiente. Ese parece ser el discurso que al autor intenta delinear en este poema.
Es posible que ese olvido que se promueve se refiera a la patria abandonada, porque se sigue tratando el tema en otro poema más adelante que titula "Ruega por Nosotros". Allí surge la imagen de un árbol seco, como símbolo de una patria avasallada. Habla en él, de regresar al origen. El símbolo del árbol representa a los seres humanos, porque "sólo allí se puede encontrar lo que fuimos”. Lo que seremos no está en el pasado. El luto del árbol no será llorado porque la desgracia de una patria abandonada no se llora, se engorda de coraje para levantarla.
Dice: "Regreso al árbol, caído, /al árbol hecho leña/ para alimentar la tierra heredada"
A fin de cuentas es un árbol mutilado que nos dice lo que hemos sido.
Del último capítulo Los Espectáculos Prohibidos -precisamente, el título del libro. Se escogieron dos poemas.    
"La dama incierta" que quiere ser una descripción del volcán Iztaccíhuatl, también conocido como La Mujer Dormida.
Es condición del volcán estremecerse. El sol de cada día esculpe su figura, mientras ella duerme. La figura de la mujer vive inquieta por los posibles "orgasmos de ceniza" y porque, como ladera nevada "sigue muriendo en el día y renaciendo en la oniria"
El autor se asombra de la magnitud y grandeza de la Mujer Dormida cuando dice: "Yo no sé que gigante pueda/ toda entera tu entrega. / Ni el descomunal movimiento/ que te atenace como a hembra".
El discurso ha cambiado significativamente y ahora el autor hablará inclusive de temas urbanos como cuando nos describe un viaje en metro.
"Soy subsuelo/ Soy gusano realizado"
Dice Octavio paz que cada poema es "un orbe diminuto de simpatías y repulsiones, un campo de relaciones mágicas y, así, un doble del mundo real". Entonces, el poema de convierte en un espejo en el que el hombre ve al mundo.
En Caneyada es evidente el reflejo de un mundo que sorprende por sus magnificencias geográficas. Así se le canta a tres lugares a-isla-dos a partir de un signo que permite hartarse de geografía, aunque esta sea incierta, pero al mismo tiempo, son ámbitos que se aprovechan con eficiencia para dialogar consigo mismo sobre el eterno problema de la poesía: cómo se ve el hombre a sí mismo y cómo ve el hombre al mundo. El frío, la muerte y el llanto, son entonces elementos que ayudan al poeta a verse en el espejo para leer en él, el futuro y el presente.
Imanol Caneyada Pascual
LOS ESPECTÁCULOS PROHIBIDOS
Editorial Papel, 1998
San Luis R. C., Sonora

MORIR MATANDO, DE ABELARDO RODRIGUEZ

MORIR MATANDO
Ahora, algunos cometarios sobre la lectura rápida que le pude dar al libro. Un novelón en todos los sentidos. Por sus casi seiscientas páginas y por su contenido.
Quiero decirles que me sentí interesado en la novela desde la primera página. En la medida en que volvía a mojar mis dedos para dar vuelta a la siguiente página, volvía a sentir el gusto de concluirla y sentir el coraje y el miedo de los personajes.
Contar la historia desde una perspectiva literaria toma por propósito principal, ofrecer una visión verosímil de una época histórica preferiblemente lejana, de forma que aparezca una cosmovisión realista e incluso costumbrista de su sistema de valores y creencias, según lo plantea Goerge Lukács.
Eso es precisamente lo que hace especial la novela Morir Matando de Abelardo Rodríguez, ya que como lo han dicho otros reseñistas, consigue, el autor, fundir la historia general con la llamada micro historia. Es decir, logra explicarnos los acontecimientos históricos de Sonora desde los movimientos apaches a finales del siglo XIX, hasta el inicio del movimiento revolucionario.
Pero ese contar no tiene como pretexto principal la acción, es decir no pretende elaborar una historia novelada, sino que más bien su objetivo es puramente literario y la historia es un pretexto suficientemente poblado que permite el contar las cosas con mayor soltura.
Francisco Noriega, personaje típico de la sierra sonorense nos lleva en esta novela por infinidad de vericuetos, situaciones y personajes que en su momento tuvieron que ver con la historia regional.
Así, en la medida en que se van recorriendo las páginas de Morir Matando, el lector va situándose en la misma mesa con personajes como Jerónimo, Ricardo Flores Magón, Porfirio Díaz y muchos más. El ambiente que logra crear el autor es tal que las páginas se llenan de polvo y pólvora. Se oyen silbar las balas y las páginas se llenan de sangre. Los paisajes del norte de Sonora y sur de Arizona van apareciendo en las páginas de la novela como parte de los personajes.
Y la historia misma se va diluyendo entre las frases de cada párrafo, para convertirse en una expresión literaria acabada y suave como mis poemas preferidos de Pablo Neruda, sobre todo aquellos que rememoran el paisaje y los hechos históricos en el Canto General.

AURA, DE CARLOS FUENTES


AURA
Es una historia narrada en segunda persona donde se nos presenta la lucha entre las dualidades. Consuelo, el pasado, se apodera de Felipe, el presente, y trata de ser ella misma el presente, a través de Aura. Felipe Montero, un joven historiador y maestro, lee un anuncio de trabajo en el periódico, que parece estar dirigido especialmente a él: un joven historiador con conocimientos de francés requerido para trabajo secretarial. “Solo falta que las letras más negras y llamativas del aviso informen: Felipe Montero [...]. Pero si leyeras eso, sospecharías, lo tomarías a broma” Convencido de que alguien ya ha aceptado la oferta, Montero se despreocupa del anuncio hasta que se lo encuentra de nuevo el día siguiente. La remuneración ha aumentado, la oferta es irresistible. Asombrado de que alguien aún viva en el Centro de la Ciudad de México, finalmente se encuentra la dirección del anuncio, Donceles 815, entre palacios coloniales, convertidos en negocios de reparación y pequeños comercios. La puerta de la casa se abre apenas con un empujón ligero y antes de entrar a la casa echa un último vistazo a la bulliciosa calle. Dentro de la casa percibe una realidad ajena, un mundo más lento. La casa huele a humedad y a putrefacción, y su obscuridad no la hace menos opresiva que el tráfico de afuera, al aire libre. No puede ver dónde va, pero una voz le ordena que cuente un determinado número de escalones para llegar al dormitorio de la dueña. La señora Consuelo Llorente actúa como si lo esperase precisamente a él. Examina su francés y le explica que el trabajo consistirá en hacerle algunos arreglos a las memorias de su marido.
El autor, por medio del erotismo fantástico, de los símbolos tenebrosos y de la creación de un ambiente fúnebre y exquisito, consigue llegar al análisis de la existencia de todo ser humano, a través de la explotación de uno de los miedos más grandes que han afectado a la humanidad: la muerte y su previa decadencia.
El perro, la coneja, la oscuridad, la luz, el pasado, el presente, las miradas, la percepción sensorial y los gatos, cumplen una función en el texto de Fuentes. El perro, por ejemplo, en la parte donde Felipe Montero llega al domicilio de la anciana, corresponde a un símbolo de aspectos antagónicos. En muchas culturas, pero sobremanera en la mexicana, el perro es la guía del hombre en la noche de su muerte y su compañero en el día de la vida. El conejo es símbolo de renovación de la vida y en la novela la anciana siempre está acompañada por Saga, la gata que también se transforma místicamente en Aura. La luz, por otra parte, es un símbolo de moralidad e intelectualidad, por eso la habitación de Felipe Montero siempre está inundada de luz y el cuarto de la anciana de tinieblas.