miércoles, 29 de mayo de 2013

LOS CUCAPA. SU PASADO Y EL PRESENTE, DE FRANCISCO JAVIER BONILLA


LOS CUCAPA
Un libro al que no le basta la investigación histórica. Que rastrea los más remotos antecedentes, pero al mismo tiempo, plantea la problemática actual de la etnia. Desde los graves problemas que han tenido que enfrentar por la declaratoria del alto Golfo de California, como  reserva de la biósfera. Su conversión en ejidatarios, la preservación de su cultura y un largo etcétera.
Dice Tomás Di Bella, que el libro “Contribuye sobremanera a divulgar la vida de esta tribu-nación de una manera respetuosa, rastreando sus orígenes y evoluciones, dando a conocer sus cosmovisiones y sus problemas más urgentes de resolver, regresándoles la voz a los oriundos de estas tierras, para que ellos mismos nos digan de su lengua, de su hábitat, de su apariencia, de su vestimenta, de su organización social; en fin, de todo su ser en armonía con el universo”.
Según Juan Gregorio Regino de la Dirección General de Culturas Indígenas, la lengua Cucapá cuenta con menos de 500 hablantes. Los expertos calculan que en el presente siglo dejarán de existir el 90 por ciento de las lenguas que se hablan en el mundo. La falta de hablantes jóvenes y niños entre los Cucapá, está propiciando la paulatina desaparición de la lengua. Con la muerte de los últimos hablantes, los ancianos y algunos principales, esta lengua habrá desparecido y con ella se borra una historia de miles de años.
Ellos, que eran dueños de todo este territorio, desde el Río Gila hasta la  desembocadura del Río Colorado. De la montaña, el desierto, los lagos, del Río, del Mar, del cielo, de todo, resultaron víctimas de las depredaciones de españoles, anglos y mestizos mexicanos.
Todos se aprovecharon. Nadie hicimos nada. Poco hemos hecho, de lo que es nuestra obligación hacer para la preservación de una cultura cuyo espíritu se pasea por la que hoy llamamos nuestra ciudad, pero que nos ha sido prestada, facilitada, rentada por sus verdaderos y milenarios dueños.
Pero aún. Hoy que su rastro se disipa en las aguas del mar californiano y en las reservaciones en Estados Unidos, la generosidad de su "estilo de vida poco común" y el eco de su lengua sobrevive y forman parte de la riqueza general de los indios de México y las tres Américas.
Dios, es señor que está arriba, se paró y miró para abajo. Dio orden a las hormigas que secaran la tierra. Dios dijo que trajeran semillas para sembrar. Los pájaros vinieron con muchas semillas de sandía, calabaza y maíz. Luego hubo animales. Ellos se peleaban mucho. Los pájaros trajeron la semilla, pero el corbejón mató al pescado, la garza mató al pescado y pelícano mató al pescado. Todos mataban al pescado. Cuando no había siembra, todos mataban al pescado. El zopilote, que es un animal muy apestoso, no mató al pescado, él venía y limpiaba. Él apestaba mucho, pero limpiaba. El cuervo sembró sandia, calabaza y maíz, era muy trabajador. Cuando nació la siembra, el cuervo se comió el maíz y dijo, ahí les dejo al corbejón, al pelícano y a la garza la sandía y la calabaza para que coman. Esto fue cosa de gentes, no es cuento. Fue así como quedó todo aquello. Esta historia es de los abuelos, así lo platicaron.
Según Tonatiuh Castro Silva, quien también escribió un libro sobre la etnia: “Durante un intenso periodo pluvial ocurrido alrededor del año 900 d.C., se formó un lago de agua dulce, convertido además en desembocadura del río Colorado. El lago Cahuilla se ubicaba al noroeste del actual delta, y abarcaba el área de los actuales valles de Mexicali, Imperial y Yuma. Los cucapá se ubicaron en la unión del delta con el lago. Apenas casi un siglo antes del arribo español, desapareció el lago y toda el área perdió sus condiciones favorables. Por ello, ocurrieron una serie de flujos migratorios; la etnia cucapá se dividió en cuatro bandas, denominadas: wi ahwir, mat skrui, kwakwarsh y hwanyak o juañak. Los cucapá de Sonora son descendientes de la última de las bandas mencionadas”.
Bienvenido pues este esfuerzo editorial del Centro Cultural Tijuana, porque abona al conocimiento de nuestras culturas originales.
Awka Chapei, maj kuar kuar.
*Manuel Cuen Gamboa. Autor de los libros Rondín Nocturno (poesía), Zarpazos de Sol (Ensayo), La Frontera, el Rio y el Desierto (Crónica) y Canto de Luz (Poesía). En prensa Parvada de Olvidos (poesía).
 
 

martes, 7 de mayo de 2013

El poema habla de quien lo escribe: Roberto Lastra

Por Manuel Cuen Gamboa*



Neruda, Cardenal y Benedetti: influencias e inspiración.
Siete años de mediador de círculos de lectura; cuatro décadas de promoción cultural 

Durante las recientes XXII Jornadas Binacionales de Literatura Abigael Bohórquez, realizadas en San Luis Río Colorado, Sonora, acudimos a la presentación del poemario Postre de Letras, de Samuel Roberto Lastra Morales. 

Roberto Lastra, el poeta, el fotógrafo, el amante de los viajes y las artes plásticas. Promotor cultural por excelencia, pero sobre todo, quien ha puesto en alta estima, el ser testigo de su tiempo, de su entorno y de todo lo que tenga que ver con lo creativo. 

Lastra Morales ha publicado “La esperanza que dejó de ser” en la colección Granos de Trigo, del Instituto Tecnológico de Sonora (1984). Junto con  Cesar Hernández publicó la colección de poemarios Letras de Arena, de donde surgen los títulos “Veinte poemas de desamor y una canción esperanzada” (sin fecha asignada); “3 x 3 + 4” (1996) y “Entre el asfalto y la esperanza” (1997) 

¿Qué es lo que quieres decirnos en Postre de Letras?
Un mensaje irónico ante la situación de indiferencia y dejadez por la lectura, como si la población ya haya estado leyendo lo suficiente y aquí únicamente les va una pequeña porción, un postre, para que no estén demasiado llenos, no se vayan a intoxicar.
¿De dónde viene la voz que habla en tus poemas?
De las circunstancias, del juego mental. Siempre estoy pensando. También de mis lecturas así como de pequeños destellos que pueden venir de mi psicología o de mi espíritu.
Reconozco que me falta oficio, pues no me forzo a escribir.
Es común afirmar que ningún poeta se parece a sus versos, en este sentido, en alguna forma… ¿Tus poemas hablan de ti?
En el sentido de renunciar a la solemnidad, hacer más llevadera esta existencia donde nos faltan motivos para disfrutar una sonrisa, una pequeña alegría, un gusto, un gozo creativo. Donde encuentro ciertas veces, la proyección de parte de mi personalidad o acomodo de cosas que no son, como si fueran, de ahí la posibilidad de los sueños y, también poemas virtuales, donde efectivamente el poema habla de quien esto escribe.
¿Escribes más por necesidad interior o por la urgencia de expresarlo?
mi necesidad interior abarca la lectura, escritura, fotografía, los viajes, las conversaciones provechosas, la búsqueda y seguimiento de proyectos, la amistad, la buena alimentación, las artes plásticas y si puedo aterrizarlo expresándolo en una de estas áreas, no me reprimo.
En tu experiencia, ¿silencio y soledad, son el marco propicio para que surja el poema?
Efectivamente, cuando disfrutas provocándolo, ya lo creas, ya es algo tuyo, nadie te lo impone es tu platillo propio, el postre es el poema que pueda surgir de ahí.
Como a muchos de nuestra generación nos impactó enormemente la poesía latinoamericana ¿Tus influencias están más en Neruda o en algún otro poeta?
Los poetas hispanos fueron granos de arena, y, por su enorme producción, he leído más de Don Pablo, sin dejar de mencionar a Ernesto Cardenal; Mario Benedetti, que éste último escribió, incluso, poemas que viví.
Un resumen comentado de tus publicaciones.
Por ser más promotor cultural y mediador de salas de lectura (ayer cumplí 7 años en este menester), he preferido editar esbeltos filetitos procurando ser más continuo, sufro menos para editar, regalar y tratar de convencer, de esta manera, pues si mis coterráneos deciden ser analfabetos por su propio gusto y riesgo, sin intentar escribir, expresar, ni leer; menos lo harán por la lectura de poemas (doble trabajo), o la compra de gruesas ediciones, por lo que el intento de mis breves publicaciones, es táctica de humedad, infiltrarse poco a poco, e ir ensanchando camino, para los demás poetas y algún lector que quiera más.
Roberto Lastra Morales, expone aquí, una vez más, como es su estilo, la huella cotidiana de lo humano, en la sencillez del mundo urbano, con un lenguaje jamás reñido con el del lector, menos con el de los diccionarios.
Bienvenido pues, Postre de Letras.
*Manuel Cuen Gamboa. Autor de los libros Rondín Nocturno (poesía), Zarpazos de Sol (Ensayo), La Frontera, el Río y el Desierto (Crónica) y Canto de Luz (Poesía). En prensa Parvada de Olvidos (poesía).

 

viernes, 3 de mayo de 2013

Postre de Letras, de Samuel Roberto Lastra

Postre de Letras, de Samuel Roberto Lastra
El postre es el plato de sabor dulce o agridulce que se toma al final de la comida. Cuando se habla de postres, se entiende alguna preparación dulce, bien sean cremas, tartas, pasteles, helados, bombones, según el diccionario Wikipedia.
Reza el dicho popular que Panza llena, corazón contento. Así que imaginemos bien comidos, con la mejor carne o pescado de la temporada. La mejor e insustituible compañía. Todo a media luz y un ambiente compuesto por jardines y flores. Mejor momento no puede haber para un postre literario.
Postre de Letras, es el título de un pequeño, pero no menos importante título del libro de poesías publicado por Samuel Roberto Lastra, bajo el sello de Editorial Guerra.
REY 
Pupila del cielo,
brillo de la vida
permanente voluntad
rayo de sol. 
Productor de esperanzas
destructor de añoranzas:
sol.
El libro fue presentado durante las XXII Jornadas Binacionales de Literatura Abigael Bohórquez, realizadas en San Luis Río Colorado los días 18 y 19 de abril en variadas sedes con la participación de más de 60 autores de diversas regiones de México y de Estados Unidos.
El libro se presentó junto con las publicaciones Rondín nocturno, de Manuel Cuen Gamboa y La Escolta, de Diana Rosas Castro. El evento se realizó  Casa Bernal Restaurant Bar, localizado en Callejón Kino y Calle 5ta. # 409. Se trata de poemas breves, como el tamaño del libro, al que le apura encontrar lectores. Aquí una breve muestra:
EVA 
Si no hubiera sido por ti,
por tu descendencia
no habría llegado a mí
el “amor de mis amores”
ni esa ancla
que me arrastra
a su memoria
para forjar en sí
otro ciclo en esta historia.
Samuel Roberto Lastra Morales es originario de Ciudad Obregón, Sonora, realizó estudios de economía en la Universidad de Sonora y es coordinador de Salas de Lectura en el estado de Sonora. Avecindado en S.L.R.C.,  desde hace 21 anos. Orientador de arte dramático en el IMSS. Se dedica a la promoción cultural, coordina una sala de lectura y actualmente lleva a cabo el proyecto RECICL ARTE, del programa PACMYC. Fotógrafo, escritor de poemas, de vez en cuando y viajero cada vez que puede.
*Manuel Cuen Gamboa. Autor de los libros Rondín Nocturno (poesía), Zarpazos de Sol (Ensayo), La Frontera, el Rio y el Desierto (Crónica) y Canto de Luz (Poesía). En prensa Parvada de Olvidos (poesía).