jueves, 17 de enero de 2013

Eva Luna, de Isabel Allende


ISABEL ALLENDE
Manuel Cuen Gamboa*

 Magia, misterio y realidad. Eva Luna, de Isabel Allende, se inscribe en el estilo de novelas que constituyen la trayectoria vital de la autora. Para mí, que solo he leído Paula, Inés del Alma mía y ahora Eva Luna, encuentro una misma retórica, en la que la descripción de una crónica histórica y familiar, lleva a la creación de personajes femeninos, los que hilan una trama de supervivencia y soledad. Todos son seres, cuya propiedad va quedando en poder de extraños. Es su estilo, pienso y encuentro unidad. En todas las obras sus personajes que han vivido mucho y en situaciones extremas.
En ese plano, Eva Luna, la novela que nos trae esta semana, tiene características que hacen similar su historia, a la de Inés Suarez (Inés del alma mía). En ambas obras existe un cierto encanto legendario y romántico. Eso habla de unidad, de estilo propio. Nada puedo decir de su demás trabajo hasta que lo lea.
Lo que si hay que reconocerle a Isabel Allende, es el oficio de contar. No por mera casualidad estáá en un sitio de éxito. Según Wikipedia, es “autora de superventas, la tirada total de sus libros alcanza 57 millones de ejemplares y sus obras han sido traducidas a 35 idiomas. Está considerada como la escritora viva de lengua española más leída del mundo”. ]Sus detractores la ubican en el plano de la paraliteratura o de la literatura comercial, encasillándola, como lo hace Elena Poniatowska, cuando afirma, que “Isabel Allende, Ángeles Mastretta o Laura Esquivel entran en la literatura como fenómenos comerciales y hacen “literatura femenina”. Finalmente, su compatriota Roberto Bolaño, ha dicho que: "Ni siquiera creo que Isabel Allende sea una escritora, es una escribidora".
Eva Luna narra el proceso vital de tres personajes que desde orígenes y sensibilidades distintas, realizan una maduración dolorosa y confluyen, en un momento dado, con el apoyo de la guerrilla, en un país marcado por los dictadores y por la riqueza injusta derivada del petróleo. Mientras que Eva Luna cuenta su historia desde una edad madura, como quien cuenta una historia, un cuento del pasado. Nos habla de su madre, de su nacimiento y de miles de peripecias que tuvo que vivir, de sus soledades y de sus protectores. La otra historia es también una historia de dolor, en la que el profesor Carle es descrito como un cruel padre, del que se desprende una familia un tanto anormal. Escrita a la manera de una novela picaresca. Esa impresión me dio al ver las peripecias vividas por la protagonista Eva Luna.
Se publicó por primera vez en 1987.
Me quedo, por supuesto, con las escenas de sensualidad y erotismo. No solo las de Eva Luna. Las de Inés de también fueron sorprendentes. El guerrillero, el embalsamador y el homosexual, en esta última, complementan esta historia de soledad y de abandono. Todos son seres, cuya propiedad va quedando en poder de extraños.
Eva Luna, de Isabel Allende
Primera Edición Rayo, 2001
ISBN 0-06-095128-1

*Manuel Cuen Gamboa. Autor de los libros Rondín Nocturno (poesía), Zarpazos de Sol (Ensayo), La Frontera, el Río y el Desierto (Crónica) y Canto de Luz (Poesía). En prensa Parvada de Olvidos (poesía).

 

viernes, 11 de enero de 2013

Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño

Roberto Bolaño
                                                               Manuel Cuen Gamboa*

La lectura de Norte, de Edmundo Paz Soldán, me llevó inevitablemente a buscar literatura relacionada con Roberto Bolaños. En alguna reseña del libro del boliviano, me enteré por sus propias declaraciones, que entre sus lecturas con influencia fuerte en su obra, se encontraba el chileno, autor por cierto, de una cuantiosa obra a pesar de corta carrera.
Roberto Bolaños, dicen las reseñas oficiales, nació en Santiago de Chile, el 28 de abril de 1953 y falleció en Barcelona en 2003. Una de las voces más importantes y personales de la narrativa latinoamericana se apagó cuando apenas contaba con 50 años de edad. Pasó su adolescencia en la Ciudad de México. Llega al país justo en el trágico ’68. Pocos años después, a propósito del Golpe de Estado, se incorpora a la resistencia. Vuelve a México. Se fue después a El Salvador. Viajo por Europa y finalmente se radicó en España.
Una obra maestra, según, The New Yorker. No se les puede desmentir. Desde Gabriel García Márquez…ningún latinoamericano había rediseñado el mapa de la literatura mundial como Roberto Bolaño, según The Washington Post. Y bueno, los elogios a la obra pasan por Playboy, El País, La Vanguardia y muchos más.
Yo empecé la lectura de Los detectives salvajes y como había leído justamente una semana antes s Paz Soldán, me dio la impresión, de que estaba leyendo al autor de Norte. Lo que quiero decir es que, seguramente, Paz Soldán abrevó y muy bien, de la obra y el estilo de Bolaño. Y por supuesto, leer a ambos, me da la impresión de estar leyendo a García Márquez, a pesar de las diferencias que pueda haber entre los tres latinoamericanos.
La reseña de la propia editorial Vintage Español, dice que: “Arturo Belano y Ulises Lima, dos quijotes modernos, salen tras las huellas de Cesárea Tinajero, la misteriosa escritora desaparecida en México en los años posteriores a la revolución. Esa búsqueda el viaje y sus consecuencias se prolonga durante veinte años, bifurcándose a través de numerosos personajes y continentes, Con escenarios como México, Nicaragua, Estados Unidos, Francia y España, y personajes entre los que destacan un fotógrafo español a punto de la desesperación, un neonazi, un torero mexicano jubilado que vive en el desierto, una estudiante francesa lectora de Sade, una prostituta adolescente en permanente huida, un abogado gallego herido por la poesía y un editor mexicano perseguido por unos pistoleros, Los detectives salvajes es una novela donde hay de todo: amores y muertes, asesinatos y fugas, manicomios y universidades, desapariciones y apariciones. Los detectives salvajes es la novela que lanza a Roberto Bolao a la fama literaria internacional antes de que 2666 estableciera su reputación para siempre. El libro ganó el Premio Herralde de Novela y el Premio Rómulo Gallegos, y fue uno de los libros del año para The Washington Post.
Una obra extraordinaria, oscura pero cautivadora. Tierna y erótica. Expresión de la diáspora literaria latinoamericana. Solo para mencionar algunos de los calificativos que ya han dado a la obra que nos ocupa.
*Manuel Cuen Gamboa. Autor de los libros Rondín Nocturno (poesía), Zarpazos de Sol (Ensayo), La Frontera, el Rio y el Desierto (Crónica) y Canto de Luz (Poesía). En prensa Parvada de Olvidos (poesía).

 

miércoles, 2 de enero de 2013

Norte, de Edmundo Paz Soldán

Por Manuel Cuen Gamboa*
Norte, de Edmundo Paz Soldán

Definitivamente una novela que impacta.
Como lo declara el propio Vargas Llosa en la portada, Edmundo Paz Roldán es: “Una de las voces más creativas de la literatura hispanoamericana actual”. No cabe la menor duda.
El interés por el tema de fronteras, es lo que me llevó a decidirme por éste y no por otros libros que tal vez hubiese adquirido, si no es que me detengo a escudriñar por todos lados el tomo que me quemaba las manos. Creo que no me equivoqué. Encontré más de lo que buscaba. No solo me topé con un libro que trata el tema de fronteras. Me topé con un autor que de primeras me impacto. No pude dejar de leer hasta concluir completo el tomo.
Tres destinos separados por el tiempo y el espacio pero interconectados por la violencia, el desarraigo, la creación y la locura; tres vidas extraviadas en el cruce de mundos y fronteras que caracteriza a nuestra época. Desde este texto inserto en la contraportada, ya no había vuelta posible. Ese fue el gancho.
Tres personajes y sus respectivas historias, ambientadas en distintas épocas pero interrelacionadas, pueblan el territorio hostil que plantea la obra: Jesús, Martín y Michelle. La frontera como espacio físico pertinente. Jesús, un asesino en serie que deambula por la frontera y cuyas andanzas se basan en la vida de Ángel Maturino Reséndiz. Conocido en los años 90 como el “Railroad Killer”, Reséndiz se desplazaba clandestinamente en trenes y mataba a víctimas que habitualmente vivían cerca de la línea del ferrocarril. Un psicópata, capaz de los más terribles asesinatos. Martín, inspirado en el pintor mexicano Martín Ramírez, artista que pasara más de la mitad de su vida internado en un manicomio de Stockton, California; y Michelle, una joven de ascendencia boliviana que acaba de abandonar la universidad y aspira a ser dibujante de cómics. Que nos va a sorprender un poco después de media novela, con su versión zombi de Luvina, el cuento de Rulfo.
 
Edmundo Paz Soldán nació en 1967 en Bolivia. Se doctoró en Literatura Hispanoamericana en la Universidad de California, Berkeley. Es profesor de Literatura Latinoamericana en la Universidad de Cornell. Autor de ocho novelas, entre ellas Río fugitivo (1998), La materia del deseo (2001), El delirio de Turing (2003) y Palacio Quemado (2006); y de los libros de cuentos Las máscaras de la nada (1990), Desapariciones (1994) y Amores imperfectos (1998). Ha coeditado los libros Se habla español (2000) y Bolaño salvaje (2008). Sus obras han sido galardonado con uno de los premios de cuento Juan Rulfo (1997) y con el Nacional de Novela en Bolivia (2002). Ha recibido la beca de la fundación Guggenheim (2006).

Norte, de Edmundo Paz Soldán
Primera edición Vintage en español junio 2012
ISBN: 978-0-307-94917-2

*Manuel Cuen Gamboa. Autor de los libros Rondín Nocturno (poesía), Zarpazos de Sol (Ensayo), La Frontera, el Rio y el Desierto (Crónica) y Canto de Luz (Poesía). En prensa Parvada de Olvidos (poesía).