Por Manuel Cuen Gamboa*
“Toda la piel de América en mi piel/y ante
mi sangre un río que libere mi voz su caudal”. Vientos del Sur.
Rufino, es un
panadero venido a menos, convertido por la suerte de las circunstancias, en
cocinero del presidente Salvador Allende, a quien conoció e hizo amistad años
atrás cuando ambos asistían a los círculos de estudio marxistas. Escribe en un
libro de notas, lo que parece ser un diario a su paso por la Casa de Moneda y
registraba en el, sus diálogos y aventuras con el presidente. Le aterra lo que
alguna vez le dijeran: eres un pequeño burgués.
Por otro lado, un
ex agente de la CIA regresa a Chile para rastrear a un ex amante de su hija y
da precisamente con el cuaderno de notas.
Con todos estos
materiales Roberto Ampuero edifica una entretenida novela que aborda los temas
de la lealtad y la traición; el amor y el desamor y por supuesto del bien y el
mal.
La verdad es que es este el primer libro que leo de
Roberto Ampuero. Es también el primer libro que leo sobre el golpe de estado
militar contra Salvador Allende. El libro, me lo platicaron y después lo leí.
Desde las primeras páginas y tal vez desde la charla misma, tuve la sensación
de haberlo leído o de haber visto por allí alguna película o video sobre el
tema, porque casi tengo en la pupila las imágenes de lo que voy leyendo.
Por supuesto que leí en su época muchos materiales sobre
el golpe militar del 11 de septiembre. En mis tiempos universitarios, alrededor
de 1977, leí y escuché muchos materiales relacionados al tema. Seguramente
participé en marchas, manifestaciones y creo que hasta escribí algún poema.
Dice Wikipedia
que “Roberto Ampuero (Valparaíso, 20 de febrero de 1953) es un escritor chileno y actual ministro de
cultura de Chile bajo el gobierno del
presidente Sebastián Piñera. Conocido principalmente por sus novelas policiacas protagonizadas por el detective privado Cayetano Brulé”. Ampuero —que hasta
fines de 2011, cuando fue nombrado embajador en México, residía en Estados Unidos, donde era profesor
en la Universidad de Iowa—, no se limita a la saga de Brulé y escribe también «novelas que
abordan la pareja moderna» en las que «la mujer es profesional, moderna,
emancipada, con voz y agenda propias, una mujer que desconcierta al hombre que
se considera más moderno».
El 7 de junio de 2013 fue nombrado ministro presidente
del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile por el presidente Sebastián Piñera, cargo ratificado
oficialmente el 9 de junio de 2013.
“Nadie responde en la casa de los comandantes en jefe
de las Fuerzas Armadas y todo indica que el golpe de Estado está en marcha.
Salvador Allende se dirige a palacio. Y Rufino, asistente personal del
presidente, viejo compañero de un taller anarquista, gran amante del tango
—afición que comparte con el mandatario—, escribe en un cuaderno escolar la
historia de la tragedia que se avecina”. “Muchos años después, ya derrumbados
los muros de la Guerra Fría, ese mismo cuaderno ve la luz cuando
inesperadamente llega a las manos de David Kurtz, ex agente de la CIA, quien a
través de sus páginas irá descubriendo no solo la vida íntima del presidente,
sino también secretos inimaginables de su propio pasado”. Se puede leer en las
notas de la contraportada.
“Para
ser un pequeño burgués, /ciertamente hay que estar preparado. /Aprender un
poquito de inglés/y modales de superdotado” cantaba Alberto Cortez.
El último tango
de Salvador Allende
Roberto Ampuero
Plaza & Janes, 2012
*Manuel Cuen Gamboa. Autor de los libros Rondín Nocturno (poesía),
Zarpazos
de Sol (Ensayo), La Frontera, el Rio y el Desierto
(Crónica) y Canto de Luz (Poesía). En prensa Parvada de Olvidos
(poesía).
No hay comentarios:
Publicar un comentario