Por Manuel Cuen Gamboa
San
Luis Río Colorado, Sonora.- El presente ensayo busca
crear conciencia en lo importante que resulta la conservación del patrimonio
cultural de nuestro municipio.
Las culturas originarias no levantaron
grandes edificaciones, porque la misma geografía no se los permitía. Por un
lado, un caudaloso río, que sin control, se llevaba todo a su paso. Por otra
parte, un árido desierto cuyas dunas, como arenas movedizas, podían fácilmente
cubrir cualquier edificación levantada en su territorio.
Sin embargo, la naturaleza nos heredó vestigios
de antiguos derroteros el río Colorado y de un inexplorado Mar de Cortés.
Fundamentalmente en el área del Golfo de
Santa Clara, delegación del municipio de San Luis Río Colorado, es donde se
encuentran este tipo de vestigios.
Antecedentes
Una nota periodística del 6 abril del 2015, destacaba
la existencia de robo de piezas históricas en la zona de El Golfo de Santa
Clara.
El periódico Primera Plana destacaba la necesidad de diseñar acciones de la
protección de las mismas, con la finalidad de evitar que se pierdan los valores
que puedan ayudar a descubrir los ambientes que existían en esta localidad hace
miles años.
Desde estrellas de mar, hasta tortugas u
otras especies marinas y terrestres de mayor dimensión, pueden ser encontradas
en la zona de Farallones, en el norte
del poblado, donde se ubica el lecho del río Colorado, piezas que con el paso
del tiempo se fosilizaron y representan un gran valor histórico y en algunos
casos económico.
El periódico en cuestión, entrevista al
ecólogo Martín Sua Cota, director de la Reserva de la Biosfera Alto Golfo de
California y Delta del Río Colorado, quien comentó que no considera que exista
como tal un saqueo de piezas fosilizadas, pero sí de da el hurto de huesos y
especies como estrellas de mar y bivalvos (conchas) que datan de miles de años.
“Cuando se describió la tortuga terrestre, la
cual se consideró es pariente de la especie galápagos, la Reserva de la
Biosfera realizó un trabajo de protección de la pieza, estableciendo un
perímetro y colocamos un guardia, hasta que el Instituto Nacional de Antropología
e Historia (INAH), delegación Sonora, acudió para rescatarla y conservarla, lo
cual también debe ocurrir con las piezas recientemente descubiertas, pues son
ellos los únicos autorizados para ejecutar acciones de este tipo”, dijo.
Por otra parte, encontramos el documento “Ficha
técnica de valuación de los sitios prioritarios para la conservación de los
ambientes costeros y oceánicos de México”.
En el apartado de Impactos y amenazas, se
señala que además de la cacería ilegal, en la zona se registra “saqueo de
piezas arqueológicas”.
En el documento “Geología y Paleontología del
Pleistoceno del Delta del Río Colorado, El Golfo de Santa Clara, Sonora, México,
por Fred W. Croxen III, Christopher A. Shaw y David R. Sussman, se documentan
una serie de campañas de recolección de piezas por parte de investigadores
estadounidenses.
“En el año de 1939, una institución realizó
una primera campaña de recolección de material fósil en las cercanías de El
Golfo. Chester Stock del Instituto Tecnológico de California (CalTech) mandó
dos exploradores (J. Dougherty and A. Drescher). Ellos recuperaron dos docenas
de especímenes de vertebrados que representan tortugas gigantes, perezoso,
caballos, camellos, venados y mamuts, además de madera petrificada”.
“Desde entonces, ocho diferentes
instituciones han adquirido pequeñas y grandes colecciones. La Universidad de
Arizona, en Tucson, colectó más de 50 especímenes de fósiles vertebrados a
finales de los años 1960 y 1970 en varios cañones al norte, este y sur de la
comunidad de El Golfo, incluyendo los afloramientos del sur cercanos a El Tornillal.
Otros 63 especímenes fueron colectados por la Universidad de California, en Berkley,
en 1970 en uno de los primeros cañones que ocupan parte de los límites noroeste
de las Tierras Malas. En el mismo año 11 fósiles vertebrados fueron colectados
en el “Cañón Shaw” (noreste de El Golfo) por la Universidad de California, en
Riverside. En 1983, la Sociedad de Historia Natural de San Diego recibió una
donación de aproximadamente 30 especímenes colectados en el “Cañón Trash” (este
de El Golfo) en los 60s y 70s por colectores (paleontólogos) aficionados,
llamados Foss Curley y Emma Curley. Entre estos especímenes, se encontraba el
único registro de Norte América de oso hormiguero gigante. Entre los años 1976
y 1979, una gran colección fue acumulada por estudiantes bajo la dirección de
los profesores Tom Lubin y Keith Green del Cypress Collage, en California. Fue
en esta colección, en conjunto con especímenes del Museo Natural de Historia
del Condado de Los Ángeles (LACM), como se formó el núcleo de material (más de
200 especímenes identificables) que en 1981 culminaría en una tesis de Maestría
acerca de La Fauna Local de El Golfo, presentada por Christopher A. Shaw. Las colecciones
del LACM inicialmente fueron comenzadas por Theodore Downs y Harley Garbani en
1963 y después por Chris, Harley, Antonia Tejada-Flores y otros entre los años
1979 y 1981”.
“Significativamente, las colecciones de
material fósil y datos paleontológicos más completos de las Tierras Malas han
sido aportadas por estudiantes y personal del Arizona Western College (AWC) de
Yuma, Arizona, bajo la supervisión de Fred Croxen, David Sussman y Robert
Predmore. Durante los pasados 12 años ha habido un esfuerzo cooperativo entre
la Reserva de la Biosfera en Sonora, el Museo Geroge C. Page de Los Ángeles y
el departamento de Geología de AWC, para sistemáticamente explorar, colectar y
documentar localidades de fósiles dentro del vasto territorio que abarcan las Tierras
Malas y los cañones. Como fruto de este esfuerzo, se han recuperado de más de 5
mil 200 especímenes de fósiles de vertebrados. Hasta la fecha, menos del 20 por
ciento de estos depósitos han sido explorados y documentados”.
“La contribución de colectores aficionados ha
sido inmensa. La taxonomía de algunos mamíferos es reconocida por fósiles
colectados durante una campaña ejecutada sobre la playa y explorando los
cañones. Algunos ejemplos incluyen un metacarpo de un oso hormiguero gigante,
una sola quijada del único capibara encontrado y el mejor material dental de
lobo y megaterio. Muchos de los fósiles recuperados por colectores aficionados,
especialmente los de rara taxonomía, han sido transferidos a instituciones de investigación”.
Como se puede ver en los documentos
comentados, estudiantes e investigadores de universidades de Arizona y California
han podido llevarse más de 5 mil 200 piezas sin que nadie les diga nada. Amén
de muchas otras piezas que pudieron ir por otros rumbos.
Definitivamente, alguna autoridad sea
municipal, estatal o federal tiene que poner orden en la conservación del patrimonio
cultural de nuestro municipio.
REFERENCIAS
1https://www.primeraplanadigital.com.mx/2015/04/06/saquean-piezas-historicas-en-sonora/
2Ficha técnica de valuación de los sitios
prioritarios para la conservación de los ambientes costeros y oceánicos de
México www.conabio.gob.mx
3Geología y Paleontología del Pleistoceno del
Delta del Río Colorado, El Golfo de Santa Clara, Sonora, México, por Fred W.
Croxen III, Christopher A. Shaw y David R. Sussman. Publicado el 11 de julio
del 2015 en ReserchGate.com
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