viernes, 11 de enero de 2013

Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño

Roberto Bolaño
                                                               Manuel Cuen Gamboa*

La lectura de Norte, de Edmundo Paz Soldán, me llevó inevitablemente a buscar literatura relacionada con Roberto Bolaños. En alguna reseña del libro del boliviano, me enteré por sus propias declaraciones, que entre sus lecturas con influencia fuerte en su obra, se encontraba el chileno, autor por cierto, de una cuantiosa obra a pesar de corta carrera.
Roberto Bolaños, dicen las reseñas oficiales, nació en Santiago de Chile, el 28 de abril de 1953 y falleció en Barcelona en 2003. Una de las voces más importantes y personales de la narrativa latinoamericana se apagó cuando apenas contaba con 50 años de edad. Pasó su adolescencia en la Ciudad de México. Llega al país justo en el trágico ’68. Pocos años después, a propósito del Golpe de Estado, se incorpora a la resistencia. Vuelve a México. Se fue después a El Salvador. Viajo por Europa y finalmente se radicó en España.
Una obra maestra, según, The New Yorker. No se les puede desmentir. Desde Gabriel García Márquez…ningún latinoamericano había rediseñado el mapa de la literatura mundial como Roberto Bolaño, según The Washington Post. Y bueno, los elogios a la obra pasan por Playboy, El País, La Vanguardia y muchos más.
Yo empecé la lectura de Los detectives salvajes y como había leído justamente una semana antes s Paz Soldán, me dio la impresión, de que estaba leyendo al autor de Norte. Lo que quiero decir es que, seguramente, Paz Soldán abrevó y muy bien, de la obra y el estilo de Bolaño. Y por supuesto, leer a ambos, me da la impresión de estar leyendo a García Márquez, a pesar de las diferencias que pueda haber entre los tres latinoamericanos.
La reseña de la propia editorial Vintage Español, dice que: “Arturo Belano y Ulises Lima, dos quijotes modernos, salen tras las huellas de Cesárea Tinajero, la misteriosa escritora desaparecida en México en los años posteriores a la revolución. Esa búsqueda el viaje y sus consecuencias se prolonga durante veinte años, bifurcándose a través de numerosos personajes y continentes, Con escenarios como México, Nicaragua, Estados Unidos, Francia y España, y personajes entre los que destacan un fotógrafo español a punto de la desesperación, un neonazi, un torero mexicano jubilado que vive en el desierto, una estudiante francesa lectora de Sade, una prostituta adolescente en permanente huida, un abogado gallego herido por la poesía y un editor mexicano perseguido por unos pistoleros, Los detectives salvajes es una novela donde hay de todo: amores y muertes, asesinatos y fugas, manicomios y universidades, desapariciones y apariciones. Los detectives salvajes es la novela que lanza a Roberto Bolao a la fama literaria internacional antes de que 2666 estableciera su reputación para siempre. El libro ganó el Premio Herralde de Novela y el Premio Rómulo Gallegos, y fue uno de los libros del año para The Washington Post.
Una obra extraordinaria, oscura pero cautivadora. Tierna y erótica. Expresión de la diáspora literaria latinoamericana. Solo para mencionar algunos de los calificativos que ya han dado a la obra que nos ocupa.
*Manuel Cuen Gamboa. Autor de los libros Rondín Nocturno (poesía), Zarpazos de Sol (Ensayo), La Frontera, el Rio y el Desierto (Crónica) y Canto de Luz (Poesía). En prensa Parvada de Olvidos (poesía).

 

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